Utopía
Desconozco al tiempo como una de mis pertenencias.
Es un intruso que arroja su estocada,
con precisa crueldad y silencio asesino,
sobre al antiguo prodigio de la Vida.
Si fuéramos sus dueños lo destruiríamos
para fundar la Eternidad.
Tal vez sea posible romper este abrazo del tiempo
y detenernos en el milagro de nosotros mismos.
Desconozco al tiempo como una de mis pertenencias.
Es un intruso que arroja su estocada,
con precisa crueldad y silencio asesino,
sobre al antiguo prodigio de la Vida.
Si fuéramos sus dueños lo destruiríamos
para fundar la Eternidad.
Tal vez sea posible romper este abrazo del tiempo
y detenernos en el milagro de nosotros mismos.
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