Opinión pública

Noam Chomsky escribe en su libro "El miedo a la democracia": "Hume escribió: que "no había nada más sorprendente que ver la facilidad con que los muchos son gobernados por los pocos; y observar la sumisión implícita con que los hombres renuncian a sus propios sentimientos y psiones ante los de sus gobernantes. Cuando investigamos por qué medios se produce esa maravilla, descubrimos que dado que la fuerza está siempre del lado de los gobernados, los gobernantes no tienen nada que los respalde salvo la opinión. Asi pues el gobierno se basa solo en la opinión; y esta máxima se extiende tanto a los gobiernos más despóticos y más militares como a los más libres y populares." Hume era un observador muy sacaz, y su paradoja del gobierno viene muy al caso. Su punto de vista explica por qué las elites están tan dedicadas al control del adoctrinamiento y del pensamiento, un tema importante descuidado en la historia moderna " Hay que poner al público en su lugar" escribió Walther Lippmann de modo que podamos vivir libres de "los pisotones y del rugido de una multitud desconcertada cuya "función" es la de ser "espectadores interesados en la acción" no participantes".... ....La observación de Hume suscita numerosas preguntas. Un rasgo dudoso es la idea de que la fuerza está del lado de los gobernados......La realidad es mas terrible. Una buena parte de la histotia de la humanidad apoya la tesis contraria........La fuerza tiene también versiones más sutiles, incluyendo una serie de costes distintos de la abierta violencia que acompañan a la negativa a someterse. Sin embargo la paradoja de Hume es real incluso el gobierno más despótico se basa habitualmente en cierto grado de consenso, y la abdicación de derechos es el sello de las sociedades más libres."

Walter Lippmann sostiene el concepto de opinión pública en democracia como una especie de "fabricación de consenso".....por "un arte altamente conciente y en órgano regular del gobierno popular"
En su libro "La golosina visual" Ignacio Ramonet aborda también el tema de la maquinaria, no solo de vender mercaderías sino también de vender ideologías.
Con esta reflexiones que no nos son ajenas, me pregunto a mi vez en que lugar degradado queda la democracia ante estas verdaderas maquinarias de fabricación de consenso
¿Como no extender esta hipótesis de "fabricación " a las instituciones encargadas de educar? No puedo dejar de recordar la película The Wall
¿Relegado a que lugar queda en el sistema la posibilidad del desarrollo individual ?
¿Como quedamos los ciudadanos defendiendo nuestros intereses? ¿Como intuimos cuales son?
Quedamos relegados a espasmódicas e inarticuladas manifestaciones de nuestra confundida "conciencia ciudadana"

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