SEXUALIDAD. LAS TESMOFORIAS.

Está en el Congreso de la República Oriental del Uruguay un proyecto de ley que permitiría cambiar de nombre y género en el documento si el ciudadano siente que el que figura no coincide con su identidad sexual. ¿Respetará el Presidente de Uruguay esta vez la decisión del Congreso o vetará la ley si es que se aprueba, como ocurrió con la despenalización del aborto? En Argentina ambos temas ni siquiera se tratan, el proyecto de cambio de nombre duerme en el Congreso, la despenalización del aborto no mereció una discusión seria, situación social grave, en este país me refiero, en Uruguay, el resultado del voto del Congreso fue vetado por el Presidente.
No le brindo igual categoría a ambos temas, solo marco la dificultad de la sociedad en tratar temas controvertidos y producir discusiones útiles, preventivas, el "bien público" no tiene entidad, y junto con ello la individualidad queda abolida, cada uno opina de acuerdo a lo que piensa alegremente, no se convoca a debates serios a gente bien formada, que las hay, pero el ideario trucho prima, como priman los intereses que nada tienen que ver con el problema que se está discutiendo.
Ambas situaciones que menciono, la de la despenalización del aborto y el cambio de nombre por cambio de género, tienen en común lo extremadamente complicado de su abordaje, los bordes que rozan ambos temas, los bordes de la marginalidad, la locura, la violencia de género, a saber: en uno de los casos nos encontramos con una mujer que por una razón u otra ha decidido que no quiere continuar con su embarazo, parece que la solución es generalizar, todas las mujeres DEBEN ante la ley aceptar TODOS los embarazos, sean como sean concebidos, sea cual sea el estado de la madre, esto coloca a la mujer en un lugar social mas que complejo, esto pone ante la opinión pública la situación muchas veces indefensa de la mujer, el resultado de las políticas sociales o la falta de ellas, el fracaso masivo de la prevención, la violencia hacia los mas débiles y en último término la sexualidad y sus consecuencias que, aún y afortunadamente se escapa de control, la discusión, controvertida, dolorosa y absolutamente necesaria se soslaya en estos países.
El cambio de género ante la ley sacude los cimientos de la identidad sexual, acá aparece un individuo que dice no sentirse identificado con lo que la naturaleza le otorga como ser sexual, esto pone en cuestión un tema mas que controvertido en nuestras pacatas sociedades: los bordes, aquello que no es claro, la discriminación, los profundos trastornos de identidad, la sexualidad y su uso, el cuerpo y su relación con la propia identidad y con los placeres, los deseos, inmanejables a veces, los instintos.
Parte de estas sociedades actúan como si todavía viviésemos en la edad media, evitando enfrentar conflictos, discriminando o castigando en muchos casos ferozmente al culpable o víctima o diferente, de acuerdo desde que posición se lo mire, soslayando temas que nos tocan a todos los seres sexuados de una u otra forma, mas allá de la posición que tengamos tomada en ellos; se apela a instituciones que tienen que ver con la fe de los individuos, pero que allí debería limitarse su accionar, respetables, para algunos, pero que no representan a otros.
Aparecen en esta eclipse todos los aparatos de manipulación de los individuos intentando cumplir su objetivo : normalizar los instintos, borrando las diferencias de educación, de tradiciones, de oportunidades, los diversos modos de habitar el mundo; por el otro lado los instintos surgen, de diferentes formas, la relación del hombre con su sexualidad y con sus instintos puede ser domesticada, estupidizada, por diferentes métodos, pero parece ser que no puede ser ignorada, finalmente el hombre en algún momento se reconoce como un ser sexual, mas cerca de la fiestas dionisíacas y tesmoforias que de las celebraciónes religiosas medievales....y actuales.
Parece ser inútil querer ignorar el tema, lo llevamos inscripto en nuestra especie.

Recomiendo especialmente "las tesmoforias " de Aristófanes, van a ver como vestirse de mujer no es un invento de estos tiempos : http://classics.mit.edu/Aristophanes/thesmoph.html

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