HISTORIZACIÓN

Retomando el concepto del quiebre de la historia a través del silencio impuesto por la dictadura, diría que además de un quiebre apareció una solución de continuidad, un vacío generado adrede, una desaparición metafísica - subsecuente o simultánea a la desaparición física - de la posibilidad de cuestionarnos o siquiera entender lo que nos estaba sucediendo en ese momento, como presente; quedaron de esta forma conformados en el imaginario de cada uno, soluciones generadas desde lo individual, que se compartían con “el grupo de pertenencia” ( recuerdo cuando en anatomía aparecían para disección cadáveres de jóvenes con heridas “raras”, se corría la voz de que eran asesinados en la calle por los “grupos de tareas”, nadie lo constató, quedó en el imaginario de nuestro grupo, algunos lo olvidaron....) y en algunos casos sucedían situaciones absurdas como que en la misma familia dos o tres integrantes tenían diferentes “grupos de pertenencia”, en algún momento se confrontaban las “creencias” y el desconcierto era evidente, cada uno estaba viviendo “realidades distintas”, ahí surgían peleas, discusiones, encasillamientos de los unos y los otros.
Cada uno vivió la historia a su manera, cosa lógica, pero al haber sido esta, una especie de guerra muy sucia y muy silenciosamente sucia, cada uno quedó con su parte, sin poder tener la sana visión de conjunto, sin poder escucharse, el silencio además de mudos, nos volvió sordos...y con un cuerpo social imaginario fragmentado.
Hay quienes tienen parte de su historia personal fragmentada, son hijos de desaparecidos adoptados presuntamente por cómplices de las desapariciones de sus padres, situación individual dramáticamente paradigmática de lo que estoy relatando. Tironeados salvajemente entre sus familias de origen - golpeadas por las desapariciones de sus hijos – y sus familias adoptivas - supuestamente victimarios o cómplices -.
La salida del silencio no es sencilla, no es sencilla desde lo individual, desde lo grupal, es mas compleja aún. Teníamos que “encontrarnos” en algún lugar. Escribí en un post hace un tiempo ¡ Todos son nuestros! hastiada de la adjudicación de los cadáveres: Evita es nuestra, dice un grupo, los “desaparecidos” son nuestros, dice otro grupo-excluyo a los familiares-, las víctimas de la subversión son nuestras-excluyo a los familiares-, dice otro grupo mas, los muertos en Malvinas son....de quien son? Esos chicos que no eligieron ese destino, que no pudieron elegir...de quien son?

Dice Halbwachs:” la memoria colectiva es la memoria de los miembros de un grupo que reconstruyen el pasado a partir de sus intereses y del marco de referencias presentes. Esta memoria colectiva asegura la identidad, la naturaleza y el valor de un grupo. Además es normativa porque es como una lección a transmitir sobre los comportamientos prescriptos del grupo”

En estos tiempos se empezó a recuperar la memoria fragmentada, se empezó a hacer historia, a historizar, tiempos de conflictos, de confluencia y divergencias, de gritos y violencia, de convulsiones y compulsiones de marchas y contramarchas, somos una generación de fractura, fracturada, “estamos rotos pero enteros, diezmados por perdones y resabios, un poco mas gastados y mas sabios, mas viejos y sinceros” ( Mario Benedetti)

Comentarios

  1. Las personas suelen reaccionar ante los fenómenos traumáticos de diferentes maneras.
    Unas veces con el aislamiento; el olvido selectivo; el silencio.
    Y otras veces, esos mismos hechos se convierten en estandartes de lucha.

    No es ninguna novedad lo que estoy diciendo, pero son reacciones reales y muy bien estudiadas en estas cuestiones de la psicología.

    En el primer caso, son “tramposos” mecanismos de defensa, y digo “tramposos” porque “a la corta”, o a “la larga”, se manifestarán a través de lo que comúnmente se ve en los consultorios psicológicos: depresiones, fobias, crisis de pánico, trastornos de ansiedad generalizados, con sus consecuentes repercusiones orgánicas.

    Como sucede en las manadas de las especies inferiores, cuando desaparece un peligro ante la presencia de un depredador, los más audaces son los primeros en asomar la cabeza y el resto se demorará más.

    Yo adopte como defensa esos tres mecanismos de defensa que mencioné.

    Hoy voy “asomando la cabeza” en ámbitos como este, no por exhibicionismo, como por ahí bien mencionaste, sino como descarga de angustias.

    El aislamiento lo tuve que utilizar como conducta de supervivencia.

    El olvido selectivo lo utilicé de esa forma, olvidando cosas que sabía que podían poner en riesgo a otros, prro lo que sucedió y siguió sucediendo en el país, siempre lo tuve en mi consciencia.

    Mi estandarte de lucha lo encontré en mi profesión, tanto en el ámbito público como el primado. Y me formé en las teorías y estrategias de tratamientos que más se consustanciaban con mis visiones filosóficas e ideológicas, que no son otras que dotar de “herramientas” a mis pacientes para tener una visión crítica de la realidad que les toca vivir en el aspecto personal, pero como sé que esas estrategias se generalizan, mi aspiración es que les sean útiles para analizar otras situaciones de la realidad en su conjunto.

    Los hermanos
    (Atahualpa Yupanqui)

    "Yo tengo tantos hermanos,
    que no los puedo contar,
    en el valle, la montaña,
    en la pampa y en el mar.

    Cada cual con sus trabajos,
    con sus sueños cada cual,
    con la esperanza delante,
    con los recuerdos, detrás.

    Yo tengo tantos hermanos,
    que no los puedo contar.

    Gente de mano caliente
    por eso de la amistad,
    con un rezo pa’ rezarlo,
    con un llanto pa’ llorar.

    Con un horizonte abierto,
    que siempre está más allá,
    y esa fuerza pa’ buscarlo
    con tesón y voluntad.

    Cuando parece más cerca
    es cuando se aleja más.
    Yo tengo tantos hermanos,
    que no los puedo contar.

    Y así seguimos andando
    curtidos de soledad,
    nos perdemos por el mundo,
    nos volvemos a encontrar.

    Y así nos reconocemos
    por el lejano mirar,
    por las coplas que mordemos,
    semillas de inmensidad.

    Y así seguimos andando
    curtidos de soledad,
    Y EN NOSOTROS NUESTROS MUERTOS
    pa’ que naide quede atrás.

    Yo tengo tantos hermanos,
    que no los puedo contar,
    y una novia muy hermosa
    que se llama libertad."

    Un abrazo.
    Rik

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  2. Hola amiga Ana:

    ¡Todos son nuestros!

    Aquí también estamos asumiendo que todos son nuestros, pero todos en verdad. No sólo los muertos, también los vivos; los que hicieron y los que sufrieron. Todos son consecuencia de un momento histórico determinado con unas formas de actuación específicas y concretas.

    A nivel global es más fácil analizarlo. En el siglo pasado han existido gobiernos tanto de derecha como de "izquierda" en diferentes países del mundo en los que sus comportamientos eran excluyentes y en los que para eliminar la discrepancia no hacían otra cosa que eliminar a los individuos que discrepaban.

    No obstante pienso que son fases del desarrollo histórico por las que hay que pasar. La actual trae aparejadas sus propias peculiaridades.

    Recibe un muy fuerte abrazote amiga.

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  3. Querido Ricardo:
    muy cierto es lo que explicás de los mecanismos de defensa, yo los he utilizado a todos, mas los que describe Freud, mas los de Lacán, y algunos que me recomendó la vecina, por si con los que tenía no alcanzaban...ja ja! si, hay que distender un poco, como escribiste en la respuesta de tu post. También he sentido que el trabajo individual con cada uno, ayudándoles a que se ayuden y a encontrar su camino, lo mas esclarecido posible, fue una forma de "sublimar" todo lo que adentro quedaba. Te confieso que me jode lo que sigue pasando, en el país, ahora le contestaré a Javier algo muy interesante que marca. A nosotros aún mos cuesta hacernos cargo de "los vivos".
    Te puedo llamar Narciso después de tu última entrada, ja ja?
    Un beso grande Rik.

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  4. Hola Javier!

    Con la diferencia horaria estarás durmiendo. Buén día pues!
    Muy importante lo que has marcado de poder asumir a todos, a los vivos también, le escribía antes a Ricardo que realmente me jode que en este país aún haya tanta marginalidad y pobreza.
    Lo que relatás del siglo pasado en relación a los disidentes es muy cierto, y sobre todo las comillas que ponés en las "izquierdas", no creo que la fase actual difiera tanto de la de hace algunos años, aunque ya se ha visto adonde nos ha conducido este sistema salvaje, haber observado esto, creo es un avance, aunque no se pueda todavía hacer demasiado por modificarlo,también ha habido una gran participación popular en contra de las guerras y las invasiones, ha sido muy bueno eso, creo que estas cuestiones marcarían un comienzo de movilización mayor de las ciudadanías, que no es poco!

    Un fuerte abrazo.

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