CHAVEZ Y EL EJE BOLIVARIANO EN INTERESANTE SAGA.

En una interesantísima saga*  en   “ El país” digital, aparecen las siguientes noticias en inicio o sea en portada:

“ El Acoso a los medios de comunicación se agrava en el eje bolivariano”

seguido del siguiente título:

La ley mordaza de los Kirchner

seguido a su vez de la siguiente noticia:

"Irán insiste en que no renunciará a su derecho inalienable a un programa nuclear."


En el mismo inicio y junto a estos títulos, las fotos de rigor de Chávez y Ahmadineyad

en la nota: 

Chavez inyecta gasolina a los ayatolás.

Esta saga* me impresiona como perteneciendo a la ya bien conocida tradición  de "demonizar" gobiernos, olvidando - en el caso de los gobiernos que pertecen al "eje bolivariano"- que esos gobiernos fueron elegidos por los ciudadanos en elecciones libres, al más puro estilo de las democracias que Occidente propicia. Tendrán los ciudadanos la oportunidad de votar en las próximas elecciones y remover a los gobernantes si consideran-los ciudadanos-que sus elegidos no están cumpliendo el mandato como corresponde ¿ No es esto  a lo que Occidente llama democracia? Pues si es así QUE SE RESPETE, aunque las decisiones de los gobiernos de los países del submundo latinoamericano no sean del agrado de los países del primer mundo y de parte de la población de los mismos países latinoamericanos.

Queda en pie la controversia sobre el concepto democracia y el modo como está siendo utilizado.

..."En su clásico moderno:"Manufacturin consent: la economía política de los Medios de Comunicación", S. Edward Herman y Noam Chomsky describen cómo la propaganda para la  guerra en las sociedades libres es "filtrada" por las organizaciones de medios de comunicación, no como una  consciente intervención formal, sino mediante la selección de personal con pensamiento de derecha y por los editores y de trabajo de internalización de los periodistas de [elite] de las prioridades y definiciones del interés periodístico "A raíz de la invasión de EE.UU. en Vietnam - en donde al menos tres millones de personas fueron asesinadas y sus otrora abundantes  tierras arruinadas y  envenenadas - los planificadores del futuro "festival de sangre"  inventaron  el

"síndrome de Vietnam", que perversamente  identificaron como una "crisis de la democracia ". La "crisis" fue que la "población general amenazaba  participar en el sistema político, desafiando el  privilegio establecido y el poder". Afganistán e Irak tienen ahora sus síndromes. 

John Pilger

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...."ZIFFEL: Eso no es lo que yo llamo una gran idea. Una gran idea es la guerra total. ¿Ha leído usted cómo, durante estos días, en Francia, la población civil ha perturbado el curso de la guerra total? Dicen que ha echado por tierra todos los planes del Estado Mayor. Ha entorpecido las operaciones militares, ya que las oleadas de fugitivos bloqueaban las carreteras e impedían los movimientos de tropas. Los tanques quedaron detenidos por el gentío, cuando por fin se han inventado ya máquinas que ni siquiera se atascan en un pantano y que pueden derribar un bosque. Las gentes hambrientas han devorado las reservas de provisiones de las tropas. Así que la población civil se ha revelado como una verdadera plaga de langosta. En el periódico, un experto en cuestiones logísticas subraya con inquietud que la población civil se ha convertido en un grave problema para los militares.

KALLE: ¿Para los alemanes?

ZIFFEL: No, para los propios; la población francesa para los militares franceses.

KALLE: Eso es sabotaje.

ZIFFEL: Por lo menos en el resultado. ¿Para qué sirven los más meticulosos cálculos del Estado Mayor, si el pueblo siempre se mete por medio y provoca la inseguridad en el escenario de la guerra? Ni las órdenes, ni las advertencias, ni las exhortaciones, ni las llamadas a la razón, parecen haberlo remediado. Apenas aparecían sobre una ciudad los aviones enemigos con sus bombas incendiarias, todo lo que tenía piernas salía corriendo, sin pararse a pensar ni por un momento que perturbaban sensiblemente las operaciones militares. Los habitantes emprendían la huída sin consideración."....

Bertold Brecht