Enumeración de la aventura
Solo el corazón le es entrañable
porque en su corazón siente el amparo del amor
y sus éxtasis
y sus grandes tormentos.
Intenta los sonidos de cuerdas y teclas
pero él pertenece a la melodía de la lluvia
sobre los tejados y el estanque.
Acaso sea un loco
que construye constelaciones con luces de
bengala
y trepa unas montañas que no existen.
Por eso muere de frío
envuelto en una bandera desconocida.
A veces
mezcla una convención de colores
y nacen pájaros ciegos con alas interminables
que le ceden otra visión
allá en lo alto de los hilos de seda de
imaginería.
Y hasta puede traducir el coraje caliente
de los héroes
mudando la muerte en metal
que hizo con sueños y fuego.
Cuando se vuelve poeta
sobrevuela la impotencia de todos los idiomas
de la Tierra.
Entonces el enigma se ilumina y canta
con la voz intraducible de una predicción
sonámbula.
Todo lo concierta y lo echa a andar lejos
de sí
lo mismo que el Dios de la primera creación.
Nada sino el corazón le es entrañable:
en cada latido
hay un avance de almanaques y relojes.
El hombre
que raza extraña en medio de las cosas.
Solo el corazón le es entrañable
porque en su corazón siente el amparo del amor
y sus éxtasis
y sus grandes tormentos.
Intenta los sonidos de cuerdas y teclas
pero él pertenece a la melodía de la lluvia
sobre los tejados y el estanque.
Acaso sea un loco
que construye constelaciones con luces de
bengala
y trepa unas montañas que no existen.
Por eso muere de frío
envuelto en una bandera desconocida.
A veces
mezcla una convención de colores
y nacen pájaros ciegos con alas interminables
que le ceden otra visión
allá en lo alto de los hilos de seda de
imaginería.
Y hasta puede traducir el coraje caliente
de los héroes
mudando la muerte en metal
que hizo con sueños y fuego.
Cuando se vuelve poeta
sobrevuela la impotencia de todos los idiomas
de la Tierra.
Entonces el enigma se ilumina y canta
con la voz intraducible de una predicción
sonámbula.
Todo lo concierta y lo echa a andar lejos
de sí
lo mismo que el Dios de la primera creación.
Nada sino el corazón le es entrañable:
en cada latido
hay un avance de almanaques y relojes.
El hombre
que raza extraña en medio de las cosas.
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