POESÍA

La fórmula

No te pierdas en ti ... Corta de cuajo
la desazón, las nieblas, el despeño.
Sé piedra de portal, lumbre de leño,
nunca musgo, mandrágora, yerbajo.

Busca, sin más, la cumbre... No hay atajo
que libre del afán y del empeño.
De nada valen el rigor pequeño,
la prisa fácil, el sendero bajo.

Fija las metas en la cruz del ceño:
el sol, arriba; la quietud, debajo.
Eres, en puridad, tu propio dueño.

Arranca las malezas a destajo.
¿La fórmula? Trabajo más ensueño,
con algo más: ensueño más trabajo.

Orlando M. Punzi

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