El término universidad proviene de los términos latinos “unnus” : uno y “versus” : diverso, de modo que se trataría de una unidad diversificada, tiene la misma etimología que universo, universal, universalidad, todas las acepciones remiten a: todo el mundo, todos los países, todos los tiempos.
También la palabra universidad nos hace cadena con otras palabras como: "enseñar" del latín insignāre: señalar, o "colegio" del latín colligĕre: reunir. De aquí nos podemos derivar a términos como "ciencia" que por su relación con scire: "saber" se liga a sabiduría, en general.
Todos estos términos están ligados en definitiva a la “cultura”, un derivado de la palabra colere: que se despliega en todos los planos de lo que constituye lo humano y sus manifestaciones, colere tiene el sentido básico de “habitar” o “cultivar”.
Las universidades , las instituciones educativas, todas, tienen un lugar preponderante en nuestras sociedades, son sitios de “formación de cultura”, o deberían serlo, sin dejar de lado la más importante: la familia.
Para esto tenemos que cuestionarmos como sociedad que cultura queremos legarle a las generaciones que vienen y por sobre todo que cultura queremos habitar como seres, como personas, como hombres. Recién allí las sociedades estaremos en condiciones de exigirles a nuestras instituciones coherencia , coherencia en la formación de nuestros niños y nuestros jóvenes, esto no está divorciado del trato a nuestros viejos, a nuestros enfermos, a nuestros locos. Solo una cultura que integre podrá ostentar instituciones “que no estén locas”, desarticuladas.
Señores, al poder lo ostentan los representantes pero reside en el pueblo y si ese pueblo no hace valer su cultura, la conoce, la respeta y la habita con todos los matices que cada sector cultural representa en una comunidad, está destinado a la frustración y a la disgregación.
Gracias al Diccionario Etimológico de Luis Castello y Claudia Mársico
y a mamá que me rompió con la etimología
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