Balmis, Jenner, la vacuna antivariólica, la pobreza y la meritocracia.

 Conocido es que a grandes rasgos el mundo se divide entre pobres, siendo para mi modo de ver, claro,  los pobres quienes carecen de lo mínimo y ricos los que, de un modo u otro no carecen de ello. Lo mínimo sería, nuevamente a mi ver, claro, si no las condiciones dadas por posibilidades familiares que pemiten desarrollarse armónicamente, etc, etc, al menos el acceso a ellas por facilitaciones diversas, sea un estado presente, sea una mínima condición familiar de estabilidad económico social que le permita al individuo acceder a lo mínimo. 

En las sociedades desenrolladas o semi desenrolladas de la actualidad hay muchos ejemplos de pobreza bajo mínimos, que no son tenidos en cuenta por parte importante de la sociedad que vuela por instrumentos, careciendo, por esa modalidad de vida, de la posibilidad de detectar claramente que la condición de pobreza no depende del individuo y no estaría regida por las leyes del mérito. (mérito, del latin meritus: merecido). O sea algunas personas nacen bajo mínimos y otras sobre él. Digamos claramente que algunos niños merecen ser pobres porque en ese ámbito nacieron y otros merecen ser ricos por igual azar. De eso se trata. O forzando un poco las teorías conspirativas: para que algunos niños merezcan ser ricos, otros deben ser mantenidos en la pobreza. 

Esta división proviene de tiempos remotos, nuestra cultura asienta en ella, y parece estar bien sentada.

A propósito de la pandemia de este siglo XXI, en donde la distribución de vacunas sigue el parámetro pobreza-riqueza, hay un ejemplo maravilloso de esta división y de lo que son merecedores los niños. Entre el año 1803 y 1806 se organizó en España una expedición filantrópica para llevar la vacuna antivariólica que Edward Jenner en 1976 había conseguido probar con eficacia,  por Asia y América. La muestra de la vacuna duraba solo unos días por lo que trasladarla a las colonias se hacía imposible. Entonces el Dr Balmis, médico personal del rey de España Carlos IV, decidió utilizar niñxs vivxs como receptáculos del suero que sería inoculado de brazo en brazo en el curso de la navegación. Pero dónde se reclutarían niños para tal navegación y para tal empresa? Se eligió naturalmente a niños huérfanos procedentes de la casa de huérfanos de La Coruña, quienes atravesarían el océano inoculados alternativamente con la vacuna de Jenner. Link aquí a la historia completa

Señores, cuando se habla rápidamente y sin pensar de la tan mentada y mal denominada "meritocracia" tengamos en cuenta que estamos diciendo que hay niños que merecen ser pobres y otros que merecen ser ricos. No seamos simples loros repetidores de conceptos, que además de errados en su significado - meritocracia proviene de un neologismo mix de latín y griego: latín meritus: mérito (acto que hace a una persona digna de galardón o de sanción) y kratos: poder o lo que sería equivalente: gobierno -  están errados en la profundidad de lo que el vulgo que lo repite probablemente quiera expresar. Meritocracia sería algo así como quien se ha ganado el derecho a tener el poder. 

Cuando algunas personas, que se supone informadas, abogan por la "meritocracia" en oposición a los "planeros" están haciendo además de una ensalada de conceptos, una apología inadvertida o no, a la existencia de niños que merecen nacer y vivir bajo mínimos y no les interesa advertir que por azar, ellos mismos podrían haber nacido en esa condición y no tener oportunidad alguna de acceder a la línea de largada por la carrera al mérito.





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